Publicidad y educación ¡Todavía tenemos prejuicios! | Publicidad y Marketing Educativo Publicidad y educación ¡Todavía tenemos prejuicios! | Publicidad y Marketing Educativo

Publicidad y educación ¡Todavía tenemos prejuicios!

Hace unos días hablaba con un colega de profesión y, pese a que me reconocía importantes pérdidas de alumnos, incluso expresaba su pesar y su desorientación ante tal hecho, se negaba a valorar la publicidad como un factor que podía cambiar esa tendencia. Fue tan esclarecedora la conversación que me atrevo a reproducirla sin su consentimiento  (aunque omito el nombre) si con ello consigo hacer ver a otros directivos lo inverosímil de su postura o modificar posturas un tanto integristas:

consultora de Marketing educativo


Mr  Malcolm: Estoy desesperado, chico. En dos años, entre la crisis económica y el concertado que me acaban de poner al lado, vengo sufriendo un chorreo paulatino de alumnos…..y no sé.


J. G.: Es cierto. El problema que tenemos, además, es que nuestros costes son “muy” fijos. Nuestra estructura no adelgaza si perdemos alumnos y por tanto, nuestros márgenes se estrechan. En algunos casos, la pérdida de alumnos, está poniendo en serio riesgo a algunos coles.


Mr  M.: Ya, ¿y qué puedes hacer? Todos estos años de bonanza, con el colegio al 100%, aunque estuviéramos conviviendo muchos muy cerca y ahora…


J.G.: Y ahora toca pensar diferente. Probar nuevas cosas. Ser más creativos. Gestionar, en definitiva.


Mr M.: Así dicho suena fácil pero, ¿qué hago nuevo? Mi  gran valor es mi Proyecto Educativo y mis Servicios….


J.G.: Ya, pero tienes que pensar que te diriges a un “target” nuevo. Tienes que buscar a gente que te lo pueda pagar y que ahora no te llega por recomendación de amigos o familiares que ya fueran a tu colegio. Antes el público potencial era mucho más amplio. Ahora, con la crisis y con la competencia de los concertados, se ha reducido y no necesariamente tu “gente” llega a todo el mundo que puede pagar el colegio…


Mr M.: Pues no lo entiendo. Hace dos años estaba al 103% y tenía listas de espera. Ahora me faltan algunos alumnos y las lista de espera se han esfumado. Sin ser de una gravedad tremenda, me preocupa la tendencia.


J.G. Antes comunicaban por ti, y ahora tienes que ser tú quien comunique tu proyecto. Antes tenías “muchos comerciales”, ahora el mensaje lo tienes que trasladar tú.  Debes hacer Publicidad y Comunicación…


Mr M.: ¡Eso no ha funcionado nunca en Educación! ¡No se hace!


J.G.: No, querido amigo, no es cierto. Se lleva haciendo años, pero a ti te repele porque no necesariamente se ha hecho bien. Los anuncios “tipo” son espantosos y el mensaje cutre. Pero muchos centros han recibido alumnos por ellos. Ahora, lo que hay que hacer, es mejorar esos anuncios e implementar políticas de comunicación adecuadas. Usar la web, ser creativos en las campañas, usar tu centro con imaginación para que la gente se acerque a él y lo conozca, generar noticias en medios… Todos eso es comunicación, publicidad…


Mr M.: No creo en ello.


J. G.: Todas esas políticas, bien instrumentalizadas, no son caras, porque los medios no son caros y si lo haces bien, no serán los anuncios cutres que tienes en la cabeza. De hecho publicidad no necesariamente tiene que ser anuncios de contra en una revista de barrio. Publicidad son libros editados de tus alumnos que regalas en Navidad (interna), Campañas con ONG’s, aprovechar la campaña de cursos de verano para dar a conocer tu centro…


Esta conversación fácilmente la habría podido tener con otros cuantos profesionales de este sector que han vivido épocas donde los alumnos no faltaban, donde la competencia era escasa y la oferta educativa relativa (no existían los concertados de nueva creación). Probablemente, con un extraordinario valor por ello, pues sean los fundadores de los colegios, hace 40-50 años. Pero los tiempos han cambiado. Las exigencias y nuestra capacidad de adaptación también debe cambiar.



La conversación anterior terminó con una serie de ejemplos verbales de cómo diferentes sectores empresariales que no habían hecho publicidad, bien por no haberlo necesitado bien porque los gestores no eran partidarios, habían modificado su tendencia y habían acabado haciendo publicidad para captar clientes.
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